Estamos en el viernes y trece de octubre de 1972. Un avión “Fairchild” vuela sobre los Andes con un equipo de rugby del Colegio Old Christians de Montevideo, Uruguay, con jugadores y varios familiares. Destino: Santiago de Chile.
El tiempo está complicado y los pilotos deciden hacer una parada en Mendoza (Argentina) para atravesar la “cordillera”, como en ambos países llaman a los Andes. Al día siguiente el tiempo mejora y el avión inicia el tramo Mendoza-Santiago. A la altura de Curicó, en Chile, se pierde el contacto con el avión. El avión se parte en dos y cae sobre una ladera, a miles de metros de altura. En casi todo el mundo se da a todos por muertos, pero no es así, han sobrevivido más de veinte personas. Casi sin alimentos y en unas condiciones meteorológicas espantosas, sobreviven como pueden y, sesenta días después, toman la decisión de que dos de ellos, los que están en mejores condiciones, vayan a buscar ayuda. Roberto Canessa y Nando Parrado, sin mapa ni equipo apropiado, bajan a la desesperada y finalmente encuentran a un pastor, a caballo, que les socorre y avisa a los carabineros chilenos. La noticia da la vuelta al mundo y tras el shock inicial, los muchachos cuentan cómo hicieron para sobrevivir. Punto final. “Viven” fue el título de un libro escrito por el holandés Piers Paul Read, el cual devoré y debo confesar que me emocionó de verdad. Estamos en 2020 y en Irlanda, un matrimonio que cría caballos descubre uno que apunta maneras, tanto es así que para que comience a competir, tienen la brillante idea de inscribirlo en la carrera “Royal Ascot” de Derby, junto a Coventry en Inglaterra. Perdón. Olvidaba decir el nombre que habían puesto al caballo: “Nando Parrado”, en honor al superviviente de los Andes, ya que dicho matrimonio quedó impactado en su día por la historia. Hace menos de un mes tuvo lugar la carrera, con un solo caballo debutante, con posibilidades insignificantes cara a las apuestas, con lo que el momio (la cuota de premio) que se pagó fue de escándalo: 150 a 1. Repito: ciento cincuenta libras por cada libra apostada. ¿Imaginan qué caballo ganó? Nando Parrado. Un nombre que, de nuevo, dio la vuelta al mundo. Por un motivo feliz en este caso. ¿La “suerte del novato”? Vaya usted a saber. Los amantes de la “timba” le van a seguir de cerca. Verán

Antón amb Roberto Canessa, un dels supervivents de l'avió que es va estavellar als Andes (1972) i que va donar lloc a la pel·lícula "Viven". Canessa juntament amb Fernando Parrado buscaren ajuda arriscant les seues vides, van sobreviure 72 dies a la muntanya fins aconseguir el seu objectiu
Antón Miralles
Bilbao, 1954. Resultó ileso tras pasar más de diez años en un colegio de jesuitas, la mili obligatoria en el moro, un par de decenas de años en la banca y otro
decenio en varias profesiones honestas. Deportista voluntarioso, lector epedernido, viajero netusiasta, melómano -rock setentero principalmente- y ateo gracais a Dios. Dni a parte, el único carnet que ha llevado alguna vez ha sido el de socio del Athletic Club de Bilbao. Integrante de los tristemente célebres "cinco millones", ha comenzado a escribir para labrarse un futuro próspero y recolectarse algo de "fondos" para la vejez, que está a la vuelta de estas páginas. Su único propósito es entretener, dice. Las obras maestras ya las han escrito otros.