No desescribas los besos que han faltado,

ni enfries en mis manos la tórrida estación,

sucédeme en el corazón como aquel verano,

que,en diciembre al amarnos, intenso nos ardió.

Deja que el alma lleve el estandarte del suspiro,

y siga haciendo nido el orgullo de quererte,

deja, que con el tiempo quede, lo mejor que sentimos,

para repetirlo cuando la vejez nos llegue.

No desandes las rutas andadas en mi interior,

y, sigue dando voz a todos mis nuevos poemas,

que la piel es sincera, y solo tiembla por amor,

sin haber mejor sensación de su viceversa.

Deja que el tiempo nos ocurra sin reloj,

que nos dibuje un corazón en la arena de la playa,

que nos envuelva en la mañana la misma pasión

que,sin sábanas ocurrió, desde dentro del alma.

Mayte Salguero

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