A veces los versos no llegan,
hicieron su maleta, más sin decir adiós,
dejan hueco el corazón y el alma inquieta,
munición en las venas y tiempo sin reloj.
A veces hasta te emigran los poemas,
las retinas, aun llenas,
no logran dibujar la sensación,
te despiertas con sol pero sientes la losa de la tiniebla.
A veces rompe a llorar la claridad del día,
faltándote una rima o un motivo para resucitar,
no quieres caridad, sino tu parte perdida,
para volverte arriba a reaprender a volar.
A veces todo parece igual como siempre,
y tanto hiere que solo ves final,
se olvida cultivar y ser lo honestos que se promete,
distinguir si lo mereces, sucediendo no poder más confiar.
Mayte Salguero
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